Lucía Atienza Torrejón
Tras dos años de curso en los que he aprendido infinidad de cosas tanto a nivel de formación como a nivel personal, toca terminarlo con las famosas prácticas.
El primer año no piensas en ellas, pero en cuanto empiezas el segundo año no hay semana en la que no comentes con tus compañeros: dónde te tocará, si sabrás o no hacer bien las cosas que te manden, si tus nuevos compañeros serán simpáticos o no y el gran dilema con quién desayunaremos J.
Pero puedo asegurar que todos esos miedos desaparecen en cuanto llevas una semana. Te das cuenta de que simplemente es una etapa diferente en tu vida, trabajar de verdad, con un jefe, compañeros nuevos y clientes de verdad.
En mi experiencia de prácticas solo puedo decir cosas maravillosas, aún no he terminado, pero ya puedo decir que estoy aprendiendo un montón de cosas, conociendo gente increíble que me están enseñando muchísimo y viviendo experiencias que jamás olvidaré y espero en estos tres meses seguir aprendiendo mucho más.
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Colegio Adoratrices Málaga